La primera vez que me sorprendieron con un truco de magia era un niño y supe de inmediato al ver ese mago, que sería lo que quería transmitir y compartir el resto de mi vida.
No soy primo de David Copperfield ni nada por el estilo, pero si tengo una firme misión de poner bien en alto el nombre de los próximos ilusionistas en Latinoamérica.
Ser ilusionista es una afición fascinante... es una poderosa herramienta que conecta a las personas y estimula el ingenio y la creatividad.
Me llena de felicidad poder compartir contigo ésta gran pasión y guiarte por el mundo tan maravilloso que es la Magia.